Isquia: qué hacer en 7 días

Isquia, la isla más grande del Golfo de Nápoles, encanta a sus visitantes con su impresionante belleza natural, sus regeneradoras aguas termales, cuyas propiedades se conocen desde la antigüedad, y su rica historia.  Para los viajeros que buscan una escapada relajante y llena de aventuras, una estancia de una semana en la isla ofrece una experiencia inolvidable.

Una semana en Isquia: gastronomía, termas y mar

Tras llegar a Nápoles, toma un ferry a Isquia: el viaje es muy corto, dura unos 45 minutos. Lo primero que hay que hacer al llegar a la Isla es probar la cocina local en uno de los restaurantes tradicionales, para sumergirse mejor en el ambiente relajado del lugar. Usa este primer día para relajarte: Isquia es, en efecto, famosa por sus termas. Con más de 100 fuentes termales repartidas por toda la Isla, no te faltarán opciones entre las qué elegir para un tratamiento rejuvenecedor.  Una idea para empezar tu segundo día en Isquia es explorar el casco antiguo de Isquia Ponte. Un paseo por sus callejuelas permite admirar ejemplos de arquitectura mediterránea: una visita obligada es el Castillo Aragonés. Tampoco puedes perderte la Catedral de la Asunción. El tercer día, úsalo para hacer una excursión en barco alrededor de la Isla. Contempla los acantilados de piedra caliza que se hunden en el mar cristalino y practica esnórquel en las bahías recónditas.  Elige una excursión que incluya una parada en la famosa playa de Maronti, donde podrás relajarte en la arena dorada y nadar en las aguas turquesas.

Isquia en una semana: deporte, historia y relax

El cuarto día úsalo para practicar deporte y hacer senderismo. Isquia ofrece una serie de senderos panorámicos que te llevarán por colinas y viñedos. Entre ellos, muchos llegan hasta el monte Epomeo, la montaña símbolo de Isquia, para admirar la Isla en toda su grandeza. Usa el quinto día para profundizar en la historia de la Isla: visita el Museo Arqueológico de Pithecusae en Lacco Ameno para admirar los restos de la antigua colonia griega que se asentó en la Isla. Luego visita la Torre Guevara o Torre Michelangelo, situada frente al Castillo y cerca de las rocas de Sant’Anna, un importante yacimiento arqueológico que vincula la historia de la bahía con la antigua colonia de Aenaria: un asentamiento romano que se remonta a un período comprendido entre el siglo I a.C. y el siglo IV d.C. El sexto día de estas vacaciones úsalo para vivir una experiencia de relax y bienestar. Reserva un tratamiento termal en uno de los complejos termales y déjate mimar con tratamientos rejuvenecedores. Por la noche, concédete una cena en uno de los restaurantes gurmé de la Isla para degustar todos los sabores de la Isla. Aprovecha el último día para comprar algún suvenir en las tiendas de artesanía local y llevarte a casa un recuerdo de estas vacaciones.

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Foto di marktristan da Wikimedia